Casa Eceiza, excelencia tolosana
Hoy os venimos a presentar a “Casa Eceiza”, empresa de repostería que ha pasado de generación en generación, manteniendo las formas tradicionales del arte de la repostería.
Hablaremos un poco de la historia de esta empresa familiar y de cómo se encuentra actualmente.
Historia de la casa Eceiza.
La casa Eceiza fue fundada en 1924, con el objetivo de ofrecer la máxima calidad en cada una de las creaciones que salían de sus cocinas.
Generación en generación fueron mejorando y aprendiendo los unos de los otros, adaptándose a los diferentes cambios según el momento histórico, en el que se encontraban.
Gracias a su investigación constante, del mundo de la repostería, pudieron llegar a cumplir su principal objetivo: ofrecer a sus clientes y amigos experiencias de sabor que nunca podrían olvidar.
Tener sus ingredientes de la máxima calidad y generar recetas con un toque misterioso, han sido los factores principales de su éxito.
La casa eceiza es la creadora de los cigarrillos de Tolosa, hoy en día conocidos por todo el mundo.
A petición del Asador Julian de Tolosa que necesitaba un postre a la altura para poder ofrecer después de un gran y exquisito plato de carne.
La actualidad de la casa Eceiza
En 2014 la casa Eceiza y Grupo Agour unieron fuerzas, y a su vez juntaron conocimiento, experiencia y saber hacer del sector de la repostería.
Su unión vino con un objetivo específico: poder hacer de la gastronomía vasca un referente en todo el globo, usando sus productos de excelente calidad.
La empresa Agour, tiene sede en en Iparralde con 40 años de historia, destaca por la continuidad y pone en valor el sector primario, es decir, a los ganaderos.
Esta combinación de empresas es un gran primer paso para todo el sector de la gastronomía vasca.
Si te has quedado con las ganas de poder probar alguno de los productos de casa Eceiza,los podréis encontrar en la página web de Mundisa, donde encontréis los cigarrillos de Tolosa y su famosa cheesecake vasca.
Mariona Riera
Soñadora e idealista pero con los pies en el suelo y con una visión muy clara de la realidad. Quizás sea toda una paradoja en sí misma que traduce en una insana curiosidad por todo lo que la rodea.